Cristóbal Toral
No existe en el mundo de los seres vivos un animal que muestre un comportamiento de autodestrucción como el que acompaña al ser humano.
Con sus sobrepasadas ambiciones, su mezquina mente calculadora, su frialdad frente al ensañamiento, la irracionalidad ante la matanza de sus congéneres, su ignorancia y su consciente capacidad para destruir al Medio que le da vida, ha convertido el éxito de su privilegiada inteligencia en un gran fracaso evolutivo.
Si este fracaso de la condición humana, que casi ralla en la locura, ha tenido un avance vertiginoso en el último siglo de nuestra era, ¿qué podremos esperar de un futuro inmediato?
De momento decepción e inquietud, y después, miedo. Sobre todo cuando no se aprecian bisos de remediarlo. Más bien todo lo contrario, los hechos en la actualidad así lo ratifican.
La neuróloga y Premio Nobel de medicina Rita Levi aseveraba que “todo lo que pasa en las grandes tragedias se debe al hecho de que el cerebro arcaico –el hemisferio derecho- domina al de la verdadera razón”.
Y yo me pregunto: ¿también dominará al de la buena conciencia?
Isabel
«Calígula pide la luna,
quiere lo que nunca podrá tener.
Por eso Calígula es un tirano.
Por eso, o porque ha visto partir la luna
con la violencia de la oscuridad»
Calígula, poema de Daniel Benito (del libro «De parte del frío»)
Apalabrando los días 
A mi modo de ver, la evolución no lo explica todo, hay saltos evolutivos que quizá no explicaremos nunca.
Del futuro podemos esperarlo casi todo, valga la ironía, je,je; queda tanto por mejorar.
Pienso que pretendemos demasiadas explicaciones definitivas, muy alejadas del intelecto humano; frente a las escasas explicaciones circunstanciales que sí dependen de nosotros.
En ese ambiente sinuoso, tenemos abierto un inmenso campo para introducir cuñas de buenas consideraciones y prácticas coherentes.
El misterio del mal es mitológico e inaccesible.
¿Para qué queremos la evolución si no sabemos utilizar el presente? ¿Para empeorar? A ver si hemos de pedir…virgencita que me quede como estoy.
Saludos cordiales
Lo que es inaudito es que el hombre, el ser humano, como dice Isabel, se convierta en la peor de las alimañas que existen en el planeta. ¿Pero que ser vivo destruye el lugar donde debe de sustentarse, habitar, sobrevivir, reproducirse, y asegurar el futuro de su especie? Los animales defienden sus territorios, las plantas los lugares de su asentamiento, a su manera, pero el ser humano siempre está pendiente de dominar lo suyo y adueñarse de lo de los demás, pasando por destruir a sus congéneres y someterlos a los más terribles crímenes. Si uno mira para atrás, malo… ahí cerca tenemos la guerra civil, la segunda guerra mundial…, si miramos el presente, es desolador.
Yo me pongo a pensarlo muchas veces y no puedo entenderlo. Dan ganas de esconder la cabeza como los avestruces y no ver lo que sucede a nuestro alrededor…¡tanto malo!
Isabel, has sintetizado mucho mejor que yo, que me he enrollado, lo que en parte ha supuesto la evolución «inteligente» del ser humano.
Gracias y un saludo, también para Rafael, que me parece siempre interesante cuanto dice.
Totalmente de acuerdo con ustedes. Isabel, tu texto no lo puede expresar mejor.
Y yo me pregunto, ¿será algún día capaz la evolución de aniquilar esa necia y perversa ambición del ser humano?
Como de momento no se ven visos de ello y el fracaso evolutivo parece evidente, no nos quedará más remedio que seguir luchando contra ello a base de educación, sensated, cultura, justicia, amor, fraternidad…
De momento, si uno echa la vista atrás desde aquéllos tiempos en los que lo homínidos comenzaron caminar sobre dos patas, la cosa ha evolucionado estrepitosamente peor. Si quienes descubrieron los elementos radiactivos pensando que con ellos se haría mucho bien a la humanidad, y supieran luego para que otros fines malignos han sido y son utilizados ¿no se arrepentirían de ello? Por ejemplo, Marie Curie y su esposo, y una de sus hijas, que descubrieron el radio y otros elementos para hacer radiografías, detener la evolución del cáncer, etc., y que ellos mismos fueron víctimas de las radiaciones.
Esperemos que el «cerebro arcaico» vaya reduciendo su «poder» con el paso del tiempo.
Tomo nota. Gracias como siempre por vuestras interesantes opiniones y propuestas.
Un abrazo.
No hace falta enrollarse mucho para decir cuánto está dicho es este texto, corto pero con mucha sustancia,
Muy oportuno el poema final de Daniel Benito, intentaré buscar por internet más poemas suyos.
Saludos a todos.
He aquí lo que diferencia al ser humano del resto de los seres vivos. ¿Se trata del soplo divino bíblico con que insufló el creador a un trozo de barro? En orden a clasificaciones, el angel de la luz escogió ser como el creador, y falló. En la evolución del ser humano «pretendiendo» ser poderoso como su creador, llega a ser destructor de sus semejantes y de sí mismo. Bastaría con que se pretendiese que los seres humanos colaborasen en común para obtener los beneficios de la inteligencia o espíritu o soplo. Y no hace falta ser biblistas, bastaría con engrandecer al resto de los seres animados y no animados para vernos todos engrandecidos.