
Dos gestos contrapuestos. El del rostro de la imagen de la izquierda pertenece al cuadro «Decapitación de Holdermes» de Caravaggio. El de la derecha, al cuadro de Leonardo da Vinci «Cabeza de mujer».
El gesto es anterior a la palabra. Nacemos con él y a partir de ahí, con él nos entendemos y nos sacan los parecidos.
Después, cuando la palabra se va haciendo oír, su protagonismo llega a ser tal que parece que va a adueñarse del valor expresivo del gesto. Pero sólo lo parece, porque en realidad, nos va a acompañar de por vida y se va a encargar de traducir a los demás gran parte de nuestra personalidad y del estado anímico en el que nos encontramos.
El gesto constituye, pues, un importante factor en las relaciones comunicativas. Y como es contagioso, debemos procurar prestarle una atención máxima, especialmente cuando tratamos con personas que forman parte de los sectores más vulnerables de la familia y de la sociedad, como son los niños, enfermos, ancianos y desamparados.
El receptor de un buen mensaje gestual siempre se sentirá reconfortado y agradecido hacia quien tiene en su poder la capacidad de emitirlo.
De ahí su importancia.
Isabel F.B. de Quirós
Muy interesante y buenos los ejemplos. Me encanta el de Da Vinci. Son parte del lengua corporal cuando ya las palabras se gastan….
Muchas gracias María, con palabras o sin ellas nuestra expresión del rostro es esencial para los demás.
Buen fin de semana y un abrazo.
El gesto es como la arquitectura del espíritu… Por él sabemos, las formas. Me ha encantado esta reflexión, Isabel. Y de los dos gestos contrapuestos, podemos comparar… Precioso. Un abrazo y siempre mi cariño.
Habla la poeta en la introducción del comentario y yo la escucho, e incuso puedo percibir su gesto amable y ese buen humor que la caracteriza.
Gracias Julie, por el cariño que siempre me demuestras y al que yo espero corresponder como te mereces.
Que tu fin de semana sea bello y tranquilo. Un fuerte abrazo.
Muy bonita e interesante reflexión sobre el gesto, que tantas veces es el espejo, aún sin darnos ni cuenta.
Un abrazo
Así es, Ramón. Por fortuna para mi, he podido conocer la expresión de «tu gesto», amable y transmisor de excelentes vibraciones. Muchas gracias.
Buen fin de semana! Un abrazo.
Abrazo grande para tí
Y yo lo recojo con una sonrisa.
Me encanto tu texto y comparto tu reflexión sobre el gesto. Te mando un gran abrazobeso transocéanico, Isabel querida.
¡Como navegan las palabras por los océanos! ¡Y los gestos! Sin conocerte, adivino el tuyo a través de ellas… Y de tus fotos.
Que tengas un estupendo fin de semana. Un abrazo muy fuerte.
Un texto breve pero intenso, una excelente oportunidad para reflexionar sobre nosotros mismos.
Saludos.
Muchas gracias, Juan. Saludos para ti también.
Qué interesante post! Y las imágenes elegidas son un complemento perfecto.
Isabel antes de escribir el comentario he buscado el cuadro de Caravaggio que citas y es impresionante la escena en su totalidad. Invito a quien no lo conozca a que lo vea; el otro gesto que acompaña a la joven, el de la anciana es también tremendo.
Muchas gracias.
Un abrazo.
Comparto tu opinión sobre este cuadro de Caravaggio, Muchas gracias por tus palabras. Un abrazo.
Qué razón llevas: cómo embellecen la relación los buenos gestos y las buenas palabras.
Buen fin de domingo con sonrisa. Un abrazo.
Y con una sonrisa te doy las gracias y te deseo una buena semana. Y un abrazo.
Siguiendo las indicaciones de Mª José, he buscado el cuadro entero de Caravaggio: Tremendo, impresionate. Qué gran pintor, qué expresiones, cuando los gestos se manifiestan, sobran las palabras.
Qué bueno, Isabel, hablas del gesto y nos vamos a la pintura, genial.
Ciertamente es un cuadro estremecedor.
Y que bueno es que podamos compartir nuestras opiniones y experiencias.
Muchas gracias, Popota. Un fuerte abrazo.
Apenas te descubrí y… me encanta lo que escribes. Saludos.
Muchas gracias. También a mi me gusta lo que tu haces.
Saludos.
Gracias Isabel 🙂