En una reunión de amigos y transitando por los caminos del recuerdo, salieron a la luz ramajes espinosos que afectaban a sentimientos profundos de situaciones extremas conocidas –o vividas- por algunos de ellos o por sus progenitores en el pasado.
La palabra beaterios se deslizó inquieta por el aire, y quien la expuso, dio toda suerte de explicaciones en un interesante monólogo. Personalmente escuché su exposición con gran interés porque enseguida vino a mi mente la imagen de El patio de la escuela, un cuadro de Martín Rico que me entusiasma. Un retrato de sentimientos encontrados -luz y sombra, alegría y tristeza, ternura y rigidez- que resume toda la inocencia de la infancia que cobija.
En el silencioso patio sólo se aspira el susurro del aroma cálido de las flores. La intensa luz granadina contrasta con el gris de la melancolía que reina en el ambiente y la seriedad de la maestra de costura concentrada en su trabajo, aislada en su labor, sin interaccionar con sus pequeñas imitadoras. En este pentagrama monótono destaca alguna nota diferente: una niña que lee, otra que mira a su compañera, una pequeña dormida, y los dos gatos, que con su reposo le dan un carácter casero a la escena.
Imaginando la vida de estas niñas me pregunto si estarían en el patio en un tiempo de recreo obligado al silencio de la labor, o en un tiempo de labor en una zona de esparcimiento. Quizá fuera esto último; prefiero pensar que la casa sería fría y húmeda, y que la maestra de costura buscara para las niñas la luz y la calidez del exterior, más saludable para ellas.
“El patio de la escuela” no evoca a un patio cualquiera, sino al de un beaterio. En estos centros las niñas no regresaban a sus casas después de terminada la jornada como en otros patios de otras escuelas. Eran niñas recogidas, niñas pobres o abandonadas atendidas por beatas allí retiradas y convertidas en guardesas de sus vidas.
Un pasado centenario que hoy se cuela en la dura realidad del presente.
Isabel F. B. de Quirós
Un pasado que ahora se repite para tristeza de los que entendemos que no debería ser así.
Magnífica tu entrada, querida Isabel. Como siempre.
Un abrazo de esos que nos gustan a ambas.
Muchas gracias por tu compañía, por tus palabras… Mil abrazos, amiga.
¡Una entrada muy buena.! Desgraciadamente Muchos niños viven tiempos difíciles. El sufrimiento de la infancia duele y poco podemos hacer. Se escapa a nuestras manos. No conocía este cuadro Isabel.
Tienes razón en lo que dices respecto al sufrimiento de la infancia, pero déjame que piense que un poquito siempre podemos hacer por ellos, ya sabes, la suma de los granitos de arena…
Y si te gusta este cuadro, te gustarán muchos otros de este gran artista español.
Un fuerte abrazo.
Una buena reflexión, Isabel, ese «Patio de la Escuela» está latente, en muchos aspectos, el siglo pasado está vivo, tal vez de otra manera, pero muy poco hemos avanzado. No conocía la palabra «beaterios». Muy interesante la pintura del paisajista Martín Rico Ortega. Tampoco lo conocía. Gracias por tus aportaciones de las que siempre aprendo. Un fuerte abrazo.
Muchas gracias, amiga por tus palabras, siempre generosas y oportunas.
Hay beaterios que se remontan a la Edad media y estuvieron presentes en toda Europa. Nuestra amiga opinante «juliaber» nos cita un beaterio de Gante que le impresionó.
Los beaterios o bejinajes de toda la zona Flamenca forman parte desde 1998 del Patrimonio Mundial de la UNESCO, muy interesantes de ver y consultar.
El origen de la palabra nos da la clave de estas fundaciones: grupo de beatas reunidas bajo unas´mínimas reglas con fines muy diversos, pero siempre dirigidos a mujeres y niños.
Un gran abrazo.
Gracias Isabel, siempre aprendo contigo. Besotes.
Si hablamos de enseñanzas he de decirte que eres una maravillosa maestra de la vida y de la poesía, y como alumna tuya te doy infinitas gracias. Muchos besos, amiga.
Triste realidad que sólo refleja la injusticia social que parece nunca terminar. Interesante texto, Isabel. Abrazobesos transocéanicos.
Tienes muchas razón, Ernesto, una injusticia social,además, tan antigua como el hombre.
Muchas gracias por tu lectura y opinión.
Y para México, para tio, van mis abrazo-besos también.
Buenísima entrada, Isabel. Que por cierto, no conocía este cuadro.
Un abrazo y feliz fin de semana.
Muchas gracias por tu consideración Javi; Martín Rico tiene cuadros maravillosos.
Mi abrazo para un feliz día.
Precioso cuadro que nos cuenta un cuento triste, pero solo a simple vista, porque yo me quedo con eso que tú destacas y que lo hace diferente: la lectura, el sueño y los gatos. Elementos que permiten a esas niñas volar muy lejos con la imaginación 😉
Absolutamente de acuerdo contigo; las niñas, hasta las que cosen pueden estar volando muy lejos con la imaginación, incluso la maestra de costura. Los muros blancos reflejan el sol y los colores de la vida.
Muchas gracias, martes de cuento.
A ti, Isabel, por descubrirnos estas pequeñas joyas 😉
Buenas noches de cuento.
Mil gracias.
Me parece un excelente testimonio costumbrista al que sumas el calor y la atención de tu mirada. El gato a los pies de la maestra me hace pensar que la maestra imprime calor y confianza; y observo lo que sería un edificio esplendoroso como metáfora de una decadencia inveterada. Los alegres y diversos colores que visten las niñas me hacen pensar también en una escuela, así como las cabezas y peinados. Ay de las recogidas o abandonadas, con sus uniformes y uniformes cabezas.
Como siempre, tu mirada benevolente.
Abrazos y feliz fin de semana
Quizá sea el genio del autor quien hace mirar el cuadro e interpretarlo de forma benevolente y hasta un matiz entrañable. La luz granadina, las flores, los gatos, esos detalles de las niñas de los que tu te has percatado, distan mucho de otros lugares de recogimiento de «uiniformes y uniformes cabezas». Es el poder del arte.
Muchísimas gracias compartir tu opinión, Emma.
Que disfrutes de la semana. Un abrazo muy fuerte.
Hello!
Have a good, successful new week.
Thanks for visiting my blog, Marko.
Best regards.
Como siempre, acertada en la pintura y la reflexión posterior. Me trae a la memoria el «beatero de Santa María egipciaca2, que existio en Granada y donde estuvo recluida Mariana Pineda antes de ser ajusticiada. También hay una obra de teatro «Las arrecogías del beaterio de Santa María…» Hace unos años, visité, con mis alumnos, el beaterio de Gante. Era sobrecogedor todo lo que transmitían aquellas paredes a mediada que nos iban informando de su finalidad e aquellas épocas.
Muchísimas gracias por tu visita, Juliaber, y por compartir con nosotros tus conocimientos sobre los beaterios, siendo muy interesante la historia que guardan y la evolución que sufrieron con el paso de los años: Cárceles de mujeres, mujeres descarriadas recogidas, niños desamparados…
Un fuerte abrazo.
¡beaterio! no conocía su significado. Bella pintura de Martín Rico Ortega. Cuanto aprendo contigo Isabel. Es un inmenso placer dejarme caer por este interesante rincón. Abrazos mil!!!!!
Siempre hay un día que nos sorprendemos con una palabra «nueva» pero que arrastra siglos de existencia, como es el caso de los beaterios. Personalmente llegué a ella a través de este hermosísimo cuadro de Martín Rico, un pintor español del siglo XIX (falleció a principios del XX) que tiene pinturas excepcionales y que merece la pena conocer.
Muchas gracias por dejarnos tu opinión y mil abrazos, que van para ti también.
Schöner Beitrag wünsche dir einen schönen Tag liebe Grüße von mir Gislinde
Danke für Deine Worte, Giselinde. Lliebe Grüße von mir und Umarmung.
Excelente entrada, Isabel. Sobre lo aquí dicho, muy interesante por cierto lo de los beaterios, quiero aportar que el Museo del Prado organizó una exposición extraordinaria de Martín Rico en la que figuraban un centenar de obras suyas; tuve ocasión de verla (creo que en enero de 2013) y salí impactado. Es un gran paisajista, y fue coetáneo y amigo de pintores de la talla de Madrazo, Fortuni y Sorolla, habiendo sido más conocido fuera de nuestras fronteras.
Muchas gracias y un cordial saludo.
Enriquecéis con vuestras opiniones el origen de la entrada, en este caso tú, Juan, dándonos más información sobre Martín Rico. Decirte que tuve ocasión de ir la exposición que mencionas en el Prado, y tanto me gustó, que pasado un mes, volví a ir para recrearme aún más en su pintura. ¡Menudo equipo de pintores que mencionas! Todos geniales.
Mi más sincero agradecimiento y mis mejores saludos para ti.
Gracias por tu introducción a este cuadro y también a este pintor:
https://es.wikipedia.org/wiki/Mart%C3%ADn_Rico
Su magnífica obra merece ser conocida. Veo que te has informado, gracias por tu interés y por el enlace.
Saludos.
El enlace en inglés tiene más información:
https://en.wikipedia.org/wiki/Mart%C3%ADn_Rico
Muchas gracias, Steve.
Superb photo, thanks Isabel.
The image is a picture of a Spanish painter.
Thank you so much.
Patio o patíbulo, todo depende del maestro/maestra. Que bonita Pintura, ojalá tuviera ese don. Un abrazo y Muchas gracias, un bálsamo para los sentidos este tu blog Isabel 🙂
Afortunadamente para todos, son mucho más numerosos los patios, aunque ninguno debería convertirse en «patíbulo» para nadie.
Respecto al pintor, merece la pena conocerlo.
Gracias y un abrazo.
Ésta eres tú. La fotografía me ha sorprendido. Después de unos segundos me ha atrapado tu relato. Magnífico Isabel. Estás en «tu medio». Prohibido apartarte de él. Te necesitamos así tus amigos, tus lectores, la vida enfocada desde la evocación del recuerdo a la apuesta por el presente. Seguro que nos llevará hacia «algo bueno». He disfrutado de verdad contigo. Gracias preciosa. Un super-abrazo
Esta es una de mis yoes que, como candela que lleva tiempo encendida, termina por evanescerse. Gracias por brillar para mí querida María Jesús. Otro super-abrazo para ti.