Tener una opinión diferente a los demás puede ser penalizada de muchas maneras, y tanto la historia como el presente así nos lo demuestran. Sabemos de la falta de libertad absoluta que rige en una gran parte del mundo, pero también de la falta de libertad relativa que existe en el resto, pues, aunque amparada por las leyes democráticas es, a menudo, abandonada por una total falta de respeto hacia los valores más elementales.
Como habitante de esta parte del mundo democrático observo, no sin estupor, lo mucho que se practica decir lo que no se piensa y pensar lo que no se dice, para así evitar lo incorrecto, lo inadmisible, lo no permisible, el riesgo.
La imposición prima en todas las escalas de la vida, todo se quiere hacer ver bajo un prisma carente de colores, o es blanco o es negro, o es bueno o es malo, o es yo sí pero tú no.
La sabiduría puede ser patrimonio de todos, pero no así la prudencia. Es tiempo de ruidos, de parlanchines y de sabelotodos, en las que las palabras sin sentido y llenas de contradicciones brotan como torrentes que arrasan todo cuanto se le ponga por delante. Se promulgan gratuitamente consejos que no son más que imposiciones enmascaradas. Las opiniones de unos se van superponiendo alborotadas a las de los otros y para poder escucharse así mismas se convierten, irremisiblemente, en voces altisonantes cuando no en insultos.
La expresión del pensamiento y la deferencia por la del contrario debería ser la culminación de la libertad, pues el pensamiento es el mayor espacio de independencia y liberación del que puede gozar el ser humano.
Isabel F. Bernaldo de Quirós
Este texto pertenece a un artículo publicado el 16 de abril de 2010 en el periódico La Nueva España de Oviedo.
Y parece que fue ayer.
Gracias Isabel, por este artículo que sí veo que sigue vigente y necesario. Apelemos a la democracia y a la cordura. A la verdadera libertad de los pueblos y al respeto entre los hombres. Gracias de nuevo amiga.
De acuerdo contigo, Isabel. Muchas gracias por tus palabras. Un fuerte abrazo.
Espero que aprendamos a respetar las opiniones y a entender que la verdadera libertad solo se puede conseguir a través del respeto.
Un artículo de plena actualidad, querida Isabel.
Un abrazo enorme.
Cómo cuesta aprender algo tan elemental como la dignidad y el respeto al libre pensamiento. Agradezco mucho tu intervención, María. Muchos besos.
Me parece muy actual, Isabel. Una buena reflexión. Te felicito. Mi abrazo y cariño.
Desgraciadamente actual ¿verdad Julie? Muchas gracias por tu comentario. Mi abrazo con todo cariño también para ti.
Aplaudo tu valentía por expresar lo que muchos pensamos. Saber respetar al que piensa diferente y poderlo hacer.
Un abrazo.
Y yo aplaudo tus palabras que agradezco enormemente. Muchas gracias y un abrazo esperanzador.
Hay textos que poseen ese carácter perenne del mármol, y esto dicho no en el sentido despectivo del término (el mármol como metáfora de lo viejo o lo antiguo) sino en el sentido de lo verdadero grabado en la piedra, de lo que no perece porque su propia esencia es lo que lo hace válido y lo hará por mucho tiempo.
Valga para ello la aclaración de que nada sería más deseable que esas palabras quedaran caducas, feas, viejas y olvidadas. No hay autor, creo, que no desearía que esto ocurriera; pero el punto es que las personas mismas son las que se encargan de que esto no sea así. Si estas palabras siguen siendo válidas hoy en día es porque la sociedad no avanzó ni un centímetro de donde estaba hace siete años (y estoy seguro de que en este aspecto aún podríamos ir mucho más atrás).
Gracias por compartir palabras tan sabias y valientes y también por exponernos en la parte que nos compete como seres sociales; es decir, algo inmóviles y con mucho de soberbios.
Un fuerte abrazo.
Hay algo en la naturaleza humana que le distingue de otros animales, y es que no aprende de sus errores y si lo hace, se le olvida rápidamente.
Gracias a ti por tu interesante comentario.
Un gran abrazo.
No evolucionamos. Tu artículo es vigente, me temo, en cualquier época humana. Si me cuentas que este es un texto cuneiforme, hallado en la antigua biblioteca de Mari, me lo creo igual.
Tristes hombres. Tristes disputas.
Absolutamente de acuerdo contigo, Nona. Tristes hombres tristes; tristes conflictos tristes; tristes poderes tristes; tristes consecuencias de una evolución triste.
Un fuerte abrazo y gracias.
Un abrazo, Isabel.
No ha cambiado nada desde ese 2010, pero puedes remontarte mucho más y estaremos igual. Desinformación y manipulación parece ser que son dos de las cosas que mejor maneja el poder.
Así es, Charly. He estado revisando unos cuantos artículos de esa época y no sabía cual elegir porque todos ellos, para nuestra desgracia, son de plena actualidad.
Muchas gracias por tus palabras y que todo este maremágnum de despropósitos se resuelva con la generosidad de todos.
Un abrazo amiga.
Un abrazo también para ti y feliz domingo.
Eternamente vigente Isabel, magnífica en tu anâlisis y comparto tu opinión, enriquecida por haber sido transmitida con tu sabia manera de decir las cosas. Un abrazo fuerte
Muy agradecida por tus generosas palabras MJBeristain.
Buen día y un abrazo también para ti.
Es bastante ingenuo pensar que la libertad es una conquista para siempre jamás. La libertad es una lucha diaria e individual. Saludos cordiales.
Totalmente de acuerdo contigo, Antonio, por eso el final de mi alegato:
«La expresión del pensamiento y la deferencia por la del contrario debería ser la culminación de la libertad, pues el pensamiento es el mayor espacio de independencia y liberación del que puede gozar el ser humano».
Muy agradecida por tu visita y comentario.
Mi saludos cordiales también para ti.
Me parece muy bien que hayas rescatado este artículo y que nos lo des a conocer pues el asunto que tratas no tiene fecha caducidad (lamentablemente). Muy bien expresado con un final muy contundente y claro. Me ha gustado mucho.
Tu opinión es aliciente para quien esto suscribe. Muchas gracias por ella.
Saludos cordiales.
De acuerdo. Ojalá se cumplan estos buenos deseos
Eso esperamos siempre. Muchas gracias por tu comentario, Gelinos. Un abrazo.
Sí, es una lástima que se diga, cada vez más, no lo que se piensa sino lo que otro quiere oír
Muchas gracias por tu visita y opinión, Julio.
Saludos.