Sentada
en la mesa de un despoblado bar,
está ella,
cabizbaja,
con los párpados caídos y
agarrada a la taza de un café humeante,
como si con ello pudiera abrigar su angustia
y sujetar la vida que se le escapa.
En medio de la nada,
está ella,
sola.
Con la palidez que causa el dolor profundo
de un rostro herido
y la palidez de una bajamar
que deja al descubierto la pena en abandono.
El de su amor.
El único.
El de “para siempre”.
El que no acudió a la cita.
Ante la indiferente sala
está ella,
sola.
Con sus ojos que miran
hacia aquél silencio amargo
de una silla previsiblemente vacía.
Imprevisiblemente esperada.
Asida a la taza de un café que ya no humea
la vida se le escapa.
Hacia la nada.
Sola.
Precioso poema y muy bonito montaje. Así suena más fuerte la soledad, esa que camuflada encuentra por los rincones.
Me gustó mucho.
Un abrazo
Muchas gracias por tu generoso comentario, bensa.
Un abrazo también para ti.
Me ha gustado mucho, pese a su tristeza.
Hacia esa nada nos encaminamos todos, nos guste o no.
Un abrazo, Isabel
Son las luces y sombreas de la vida, querida evavil. Muchas gracias y me alegro mucho que te haya gustado el poema.
Un abrazo tambiénpara ti.
Impresionante Isa. Gracias por compartir…
Gracias a ti, amiga, por acercarte a este blog y saludarme con tu generoso comentario.
Muchos besos.
Un poco melancólico y algo triste en esa espera que no llega y que quizá alguna vez nos haya tocado, pero escrito con tu característica sensibilidad. Buenas noches ya y un abrazo,
Cuando esperamos recibir a alguien, o algo de alguien, y nos falla ¿qué otra cosa podemos sentir si no tristeza y decepción? Muchas gracias por tus palabras, siempre generosas y que me llenan de ánimo.
Feliz día y un fuerte abrazo.
El amor no correspondido siempre causa un gran dolor. Muy bello poema. Gracias Isabel.
Feliz domingo.
Así es, Bárbara. Muchas gracias por tu amable comentario.
Un abrazo.
Es muy potente Isabel, me trajó a la memoria a una mujer, viuda reciente por causa de una tragedia que tras recorrer el camino de Santiago lloraba amargamente en la iglesia. Espero que ahora ya se encuentre mucho mejor. Un abrazo.
Muchas gracias por tu inestimable comentario. La imagen que describes de la mujer sola y que llora ha debido de ser muy impactante… son situaciones siempre «potentes» y ellas nos inducen a escribir.
Feliz día y un abrazo.
¡Qué bien traspasas la tristeza y desesperanza de esos momentos cuando se es incapaz de imaginar la luz al final del túnel, Isabel! Hermoso regalo nos haces junto a una excelente lectura y el agradable tono de tu voz. ¡Gracias, Isabel!
¡Un abrazo!
Hermoso regalo tu es tu visita y tu comentario, gracias por tu inestimables palabras.
Un fuerte abrazo y feliz día.
A mi me encanta, soy una amante del romanticismo y la escritura melancólica.
Bravo Isabel!!!
Así lo reflejas en tu poesía. Me alegra te haya gustado el poema y te doy las gracias por tu apoyo.
Un abrazo.
No hay de qué Isabel, es un placer leerte. 💝🙋🏼♀️